sábado, 28 de enero de 2012

Un método, una actitud para ser feliz.


IOGA, EN BUSCA DE UNA ACTITUD POSITIVA





* Los vaivenes de la vida, y sobre todo la manera que tenemos de vivir-los, tienden a desestabilizarnos.
  Armonizar nuestro cuerpo, centrar nuestra mente, y conectar con nuestro espíritu, no es tarea fácil, pero sí es posible, la practica del ioga es una excelente herramienta  para lograrlo.

 * Es una disciplina milenaria, destinada a trabajar el cuerpo-mente. Un sistema de ejercicios en el que la respiración es parte fundamental. La respiración, consciente y controlada,  se coordina con los movimientos, y este trabajo realizado de manera tan consciente, contribuye a la fluidez de los movimientos, y sirve además para concentrar la atención en el "aquí" y el  "ahora" .

*  Mantener la mente atenta y despierta permite serenar-la, y la desvía de pensamientos y voces internas que la agotan. 

La práctica regular del Ioga, nos aporta numerosos beneficios:

Es útil para mantener,  recuperar y aumentar la salud física; permite una mayor oxigenación celular lo que proporciona una mayor irrigación de nuestros tejidos y órganos.

Evita lesiones de espalda y dolencias musculares. Mejora el sistema cardiovascular, la función digestiva y fortalece el sistema inmunitario. Equilibra el funcionamiento de nuestras glándulas.

Se regulan las funciones fisiológicas, lo que facilita la desintoxicación integral de cada una de nuestras células.

Contribuye a mantener la forma, a relajar el cuerpo y la mente, e incremente la energía. Mejora la flexibilidad, la fuerza y el equilibrio. Proporciona un efecto relajante al disminuir los niveles de una hormona relacionada con el estrés y ayuda a conciliar el sueño.

Es un estilo de vida que colabora con nuestro crecimiento personal, ayudándonos a descubrir el potencial que llevamos dentro. Puede contribuir  a mejorar la imagen y la autoestima y a a aumentar la concentración, y la memoria.

Nos libera de pensamientos y emociones negativas, desarrolla nuestra fuerza de voluntad, mejora las relaciones con los demás, lo que nos permite desarrollar paciencia, tolerancia compasión y perdón.


PROPONERNOS LA PRACTICA DE ESTA DISCIPLINA AL INICIO DE UN NUEVO AÑO, PUEDE SER UN BUEN COMIENZO PARA LOGRAR EL HÁBITO DE UNA ACTITUD POSITIVA.

" Debemos cuidar el presente, porque en él viviremos el resto de nuestra vida "





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